¿Puede una lona ser viral?, estrategias de publicidad exterior

Volver a inicio¿Puede una lona ser viral?, estrategias de publicidad exterior

La viralidad es, en esencia, la capacidad de un contenido para propagarse rápidamente entre grandes audiencias a través de medios digitales. Cuando pensamos en lo que puede volverse viral, solemos imaginar videos en TikTok, tuits ingeniosos, memes compartidos en Instagram o publicaciones emocionantes en Facebook. Sin embargo, en medio de esa ola digital, hay un elemento que no pertenece originalmente al mundo online, pero que destaca cada vez más: la lona publicitaria.

Aunque parezca contradictorio, lo físico también puede ser viral. Una lona colocada estratégicamente en el mundo real tiene el poder de capturar atención, generar conversación y, con el impulso adecuado, replicarse miles de veces en las pantallas de todo el mundo. Lo interesante de este fenómeno es que une dos mundos: el espacio físico y el digital, transformando un medio tradicional en contenido de tendencia.

Entonces, ¿puede una lona ser viral? Sí, siempre que tenga el diseño y la ubicación adecuada.

El lenguaje visual como vehículo viral

Las lonas son elementos visuales por naturaleza. No requieren reproducción ni interacción activa para causar impacto, con un solo vistazo, pueden transmitir un mensaje claro, emocional o provocador. Esa es precisamente una de sus fortalezas frente a otros medios: son accesibles, inmediatas y no exigen esfuerzo para ser entendidas.

En un entorno en el que las personas están permanentemente estimuladas por contenido visual en redes sociales, una lona atractiva se convierte en un punto focal para la atención. Si su mensaje conecta con lo que las personas piensan, sienten o desean compartir, entonces hay muchas probabilidades de que alguien saque una foto y la publique.

A partir de ahí, entra en juego el verdadero motor de la viralidad: las personas. Son ellas quienes amplifican el mensaje original, lo reinterpretan, lo comentan, lo convierten en tendencia. 

Redes sociales: el trampolín de lo impreso

Las plataformas digitales son, sin duda, el espacio donde se mide el alcance de la viralidad. Una lona por sí sola tiene un impacto local y limitado por la cantidad de personas que transitan frente a ella. Pero cuando alguien la fotografía y la comparte, se rompe esa frontera. Pasa de lo físico a lo digital, y de lo local a lo global.

Las redes sociales permiten que una lona se multiplique, se adapte y cobre nuevos significados. En muchas ocasiones, lo que se comparte no es solo la imagen de la lona, sino también la reacción que provoca: risa, enfado, nostalgia, reflexión. Así, el contenido impreso cobra vida y se convierte en parte de una conversación más amplia.

Además, las redes funcionan como filtros culturales. Si el mensaje de una lona toca temas de actualidad, valores compartidos o elementos de identidad colectiva, su probabilidad de viralización se multiplica. 

¿Qué factores impulsan la viralidad de una lona?

  • Simplicidad del mensaje: Las lonas con textos breves, contundentes y fáciles de leer captan la atención más rápidamente y son más compartibles.

  • Diseño visual impactante: El uso de colores vibrantes, contrastes fuertes y una composición limpia puede hacer que una lona se destaque en un entorno saturado.

  • Elementos emocionales: Si el mensaje genera emoción —sea risa, sorpresa, empatía o incluso indignación— hay más probabilidades de que se vuelva viral.

  • Contexto cultural o social: Las lonas que se alinean con temas del momento, tendencias o discursos sociales suelen resonar más con las audiencias.

  • Ubicación estratégica: Una lona ubicada en un sitio con alto flujo peatonal o en un lugar icónico tiene más oportunidades de ser fotografiada y compartida.

  • Interactividad o participación: Incorporar elementos como códigos QR, retos visuales o frases que inviten al usuario a interactuar puede aumentar su alcance.

  • Ambigüedad o doble sentido: Los mensajes que provocan interpretación o juego de palabras suelen llamar la atención y se prestan al debate.

  • Innovación en el formato: Salir del molde tradicional —ya sea por tamaño, material o mensaje— convierte una lona en algo digno de ser registrado.

El valor de lo físico en la era digital

Vivimos en una época donde lo digital domina la comunicación, pero esa saturación también ha creado una nueva apreciación por lo tangible. En este sentido, las lonas tienen una ventaja importante: existen en el mundo real. Las personas pueden verlas, tocarlas, caminar junto a ellas. Esa presencia física genera un tipo de conexión que es más difícil de lograr en el entorno digital.

Cuando una lona logra captar la esencia de un mensaje o una emoción en un soporte visible, genera un efecto de sorpresa. No se espera encontrar algo viral en una esquina cualquiera, en un mercado o en una avenida. Y justamente por eso, cuando se encuentra, se comparte. Es como descubrir un tesoro en medio de lo cotidiano.

¿Cómo aprovechar este fenómeno?

Para diseñar una lona con potencial de viralidad, es necesario pensar más allá de la impresión. Hay que entender el entorno, las conversaciones actuales, los códigos visuales que funcionan en redes y los hábitos de las audiencias. También se requiere valentía: muchas veces, lo que se vuelve viral es lo que se arriesga, lo que rompe moldes o desafía normas.

El proceso implica creatividad, sensibilidad cultural y estrategia. No se trata de imitar lo que ya ha sido viral, sino de encontrar un ángulo nuevo, una voz auténtica, una propuesta original que merezca ser compartida. Y, por supuesto, se requiere una ejecución impecable en términos de diseño y calidad de impresión.

ClickPrinting, tus lonas personalizadas

En ClickPrinting, convertimos tus ideas en lonas que no solo se ven, sino que se recuerdan. Trabajamos contigo desde la idea hasta el resultado final. Escuchamos, proponemos y materializamos. Porque en un mundo donde todos compiten por atención, tú necesitas algo que detenga el scroll.