Fallos comunes cuando decidimos nuestra identidad visual corporativa

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La identidad visual corporativa es el reflejo de los valores de una marca, por eso es importante acertar.

Todas las empresas se plantean cómo será su identidad visual corporativa, pero unas trazan una estrategia completa y otras se quedan en los detalles. En este post analizamos cuales son los fallos más comunes cuando planificamos la identidad visual corporativa en una empresa.

Errores en la estrategia de identidad visual corporativa

  • Uno de los fallos más comunes es asociar a nuestra marca valores que no tienen nada que ver con nosotros. Hay rasgos corporativos que parecen universales, la juventud, el dinamismo, la tecnología, etc., parece que toda empresa debe servirse de este tipo de identidad en cualquier caso, y no es así. Una marca debe reflejar lo que de verdad es una empresa, en lugar de intentar buscar valores de moda, o que utilicen todas las empresas.
  • Una identidad que no diferencia es otro erro muy común. Hay veces que un color define a un sector entero, diferenciarse consiste en escoger colores y símbolos distintos, por eso la identidad visual corporativa de una empresa debe ser única, y sobre todo, diferente de la de la competencia.
  • Otro error común es no confiar en profesionales, ya sea para el diseño como para las impresiones finales. Evidentemente los responsables de la empresa deben opinar y van a tener la última palabra, pero la ejecución del proyecto deben llevarla a cabo empresas profesionales.
  • La identidad cromática aporta sentido a tu diseño. Elegir bien los colores es fundamental, puede parecer una elección casi sin importancia, sin embargo es básico que los colores que representan a tu empresa sean los correctos. Tómatelo con calma, hay miles de posibilidades.
  • Los homenajes, las inspiraciones, etc., están permitidas, pero cuidado con los plagios. Entre inspirarte en una idea previa y plagiarla existe una línea muy fina, es imprescindible que tu identidad se perciba como original y que no recuerde a otras.
  • La complejidad excesiva también puede hacernos caer en un error. Es cierto que la identidad visual de una empresa debe componerse de multitud de elementos, sin embargo, debemos definir un símbolo que, por sí mismo, sea capaz de representar a nuestra empresa. Piensa por ejemplo en el logo de Nike o en el eslogan de BMW “¿Te gusta conducir?”, por sí solos evocan la marca sin necesidad de más elementos.

Estos son algunos de los fallos más comunes cuando planificamos nuestro proyecto de identidad visual corporativa, si quieres saber más acerca de este tema no dejes de seguir nuestro blog.