Checklist imprescindible para enviar a imprimir un diseño publicitario

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Enviar un diseño publicitario a imprimir es el último paso previo a la impresión, sin embargo, puede haber numerosos problemas si el archivo original no estaba preparado de forma correcta. Resultado: colores que no coinciden, textos borrosos, logotipos pixelados o incluso piezas que no se pueden imprimir sin hacer cambios.

Para evitar pérdidas de tiempo y costes extra, lo mejor es realizar un checklist completo antes de enviar tu diseño. 

Formato de archivo

Lo primero es asegurarse de que el diseño está en el formato de archivo correcto. En impresión profesional se recomiendan formatos vectoriales o de alta resolución, como PDF, AI, EPS o TIFF.

Los formatos como JPG o PNG pueden servir si tienen la resolución adecuada, pero no son lo ideal para diseños que contengan texto o logotipos, ya que al escalarse pueden perder calidad.

Tamaño y proporciones

El tamaño del diseño debe coincidir exactamente con las medidas finales de la pieza a imprimir. No es raro recibir archivos a escala, y aunque algunas imprentas pueden ajustarlos, lo mejor es enviarlos ya listos para imprimir.

Si trabajas a escala (por ejemplo, 1:10 para lonas de gran formato), asegúrate de que la resolución de las imágenes sea suficiente para no perder nitidez al ampliar. Comprueba también que el diseño respeta la proporción del producto. Un archivo cuadrado no puede usarse para imprimir un cartel rectangular sin recortarlo o deformarlo.

Sangrado y márgenes de seguridad

Uno de los errores más comunes es no incluir sangrado. El sangrado es un margen extra alrededor del diseño (normalmente de 3 a 5 mm) que se añade para evitar que aparezcan bordes blancos al cortar.

Además del sangrado, respeta los márgenes de seguridad: deja un espacio mínimo entre el borde del diseño y los elementos importantes, como textos o logotipos. Así evitarás que queden demasiado cerca del corte o que se pierdan en el proceso de acabado.

Resolución de imágenes

La resolución es clave para obtener una impresión nítida. La mayoría de imprentas recomienda trabajar a 300 dpi (puntos por pulgada) para formatos pequeños y a resoluciones menores para gran formato (porque se verán desde más lejos).

Por ejemplo, una lona de 4 metros no necesita 300 dpi, pero sí lo suficiente para que no se vea pixelada a simple vista. Como regla general, cuanto más cerca se verá la pieza, mayor debe ser la resolución.

Colores y perfiles de impresión

Otro punto crítico es el espacio de color. En impresión profesional se utiliza CMYK, no RGB. Los colores en RGB pueden verse vibrantes en pantalla, pero cambiar radicalmente al pasarlos a CMYK si no se hace bien.

Convierte siempre tu archivo a CMYK y, si la imprenta te lo facilita, utiliza el perfil ICC recomendado. Así te aseguras de que los colores impresos se acerquen lo máximo posible a los que ves en pantalla.

Si tienes colores corporativos específicos, utiliza sus valores CMYK exactos para evitar variaciones.

Tipografías y textos

Revisa con cuidado que no haya errores ortográficos o tipográficos antes de enviar el archivo. Puede parecer obvio, pero muchos trabajos se imprimen con fallos por no hacer una última revisión.

Convierte las fuentes a trazados o incrústalas en el PDF para evitar que se sustituyan automáticamente si la imprenta no tiene la tipografía instalada. Revisa que el tamaño de la letra sea suficiente para ser legible en el producto final.

Revisión general de diseño

Antes de enviar el archivo, tómate unos minutos para hacer una revisión visual completa. Amplía al 100% para asegurarte de que las imágenes no están pixeladas, revisa que los logotipos estén en alta calidad y comprueba que no haya objetos fuera del área de impresión.

Si el diseño tiene líneas de corte, marcas de registro o indicaciones técnicas, asegúrate de que están en la capa correcta o que no se imprimirán en el producto final.

Checklist rápido antes de enviar

  • Formato de archivo correcto (PDF, AI, EPS o TIFF preferiblemente).

  • Tamaño y proporciones coinciden con el producto final.

  • Sangrado de 3-5 mm incluido y márgenes de seguridad respetados.

  • Resolución adecuada (300 dpi para piezas pequeñas, menos para gran formato).

  • Colores convertidos a CMYK y perfil de impresión aplicado.

  • Tipografías convertidas a curvas o incrustadas.

  • Ortografía revisada y textos bien colocados.

  • Imágenes y logotipos en alta calidad, sin pixelado.

  • Ningún elemento importante demasiado cerca del borde.

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